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RECONSTRUCCIÓN DE LAS IGLESIAS
SAN MIGUEL, SAN ANTONIO Y SAN JOSÉ
DE BEIRUT
Esta Navidad, contribuye a la reconstrucción de las iglesias San Miguel, San Antonio y San José que han sufrido graves daños tras la explosión el pasado 4 de agosto en la capital libanesa, al encontrarse en la zona cristiana de la ciudad, la más afectada por su proximidad al puerto.
Las tres iglesias han de seguir siendo “piedras vivas”, no sólo activas en su actividad pastoral con sus comunidades, sino también motores de una acción social dirigida a todos.
Su labor es imprescindible para dar respuesta a la situación de vulnerabilidad en que se ven inmersas muchas familias que han sufrido el azote de la explosión del 4 de agosto, la situación de una crisis financiera devastadora y el COVID-19.
Durante más de 150 años, estas tres iglesias han jugado también un papel esencial en la promoción de la fe católica en Líbano.
Es crucial que Líbano siga siendo cuna de las diferentes culturas, lugar de tolerancia, respeto y convivencia, para garantizar el equilibrio y convivencia entre personas de distintos credos y favorecer la libertad religiosa en Oriente Medio.
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La explosión el pasado 4 de agosto en Beirut ha empeorado la ya frágil situación de Líbano que hace frente a una grave crisis económica y una agitación política, todo ello agravado por la pandemia de COVID-19.
La deflagración ha perjudicado gravemente la estructura de muchas iglesias cristianas, lugar de encuentro para sus comunidades y centro de ayuda para las familias en situación de vulnerabilidad, afectando su actividad cotidiana y de servicio a la sociedad.
San Miguel y San Antonio, pertenecientes a la Archidiócesis Maronita de Beirut, y San José, de la Custodia Franciscana de Tierra Santa, han sufrido importantes daños y necesitan ayuda urgente para su reconstrucción y poder reanudar rápida y completamente su trabajo vital en este momento de extrema necesidad.