El 27 de abril, nuestro jefe de misión en Etiopía, Gerard Poch, participó en el programa de radio «Pròxima parada» (minuto 39:10), de la cadena autonómica valenciana «À punt», para hablar sobre las consecuencias que la sequía tiene sobre la hambruna en el país, afectado especialmente por la escasez de lluvias en los últimos años, y las iniciativas puestas en marcha por la Fundación Promoción Social para tratar de paliarlo.

Y es que con un índice de desarrollo humano de 0,485 (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2020), alrededor del 85% de la población de Etiopía reside en áreas rurales (encuesta de Consumo 2015/16 de la Agencia Central de Estadística) y depende de una agricultura poco diversificada y de secano (alimentada por la lluvia), de pequeña escala y de baja producción y productividad como medio de subsistencia, lo que hace que los hogares etíopes sean muy dependientes de las condiciones climáticas y explica que el 30,4% de la población rural en Etiopía viva por debajo de la línea de pobreza. Como resultado, gran parte de la población sufre inseguridad alimentaria. La agricultura y ganadería representan el 44% del Producto Interior Bruto, el 70% de exportaciones y el 80% del empleo total.

El acceso al agua está condicionado por la variación de las precipitaciones, que tienen efectos devastadores en la productividad de los cultivos y la ganadería y, por tanto, en el acceso a alimentos. La degradación del suelo y la falta de riego contribuyen a un bajo rendimiento de los cultivos, así como una mayor exposición a los impactos del cambio climático. Esta situación se ve agravada por los frecuentes desastres naturales y/o de origen humano, tales como sequías, inundaciones, brotes epidémicos, tensiones interétnicas y flujo de refugiados de países fronterizos. Los ciclos periódicos de sequía ocasionan crisis humanitarias de carácter crónico que gradualmente erosionan la resiliencia de comunidades, ya de por sí vulnerables, especialmente entre los pequeños agricultores y las comunidades de pastores nómadas.

Por todo ello, las acciones de la Fundación Promoción Social tratan a eliminar las presiones que afectan a la naturaleza para que pueda recuperarse por sí sola, a mejorar los medios de subsistencia de las personas que dependen de ello y a controlar las enfermedades y reducir el riesgo de desastres naturales.

Y para lograrlo, se ponen en marcha iniciativas como:

  • Dotación de infraestructuras de captación, distribución (irrigación) y almacenaje de agua de lluvia y subterránea para uso agrícola;
  • Formación en uso de técnicas de producción agrícola eficientes y sostenibles (intercropping, agroforestería, vermicultura), y la dotación de insumos de calidad (semillas mejoradas, biofertilizantes) y maquinaria agrícola adaptada;
  • Introducción de especies animales, mejora de salud animal, conservación de pastos y bancos de forraje, para el incremento de la producción ganadera y lechera.
  • Disminución de la erosión, con medidas físicas, biológicas y mecánicas;
  • Recuperación de áreas degradadas, gracias a campañas de reforestación con especies autóctonas y otras técnicas;
  • Aumento de la biodiversidad, reintroduciendo especies adaptadas, con la creación de un vivero y un banco de semillas.
  • Fortalecimiento de la calidad del tejido comunitario, mejorando sus capacidades de gestión y una mayor sensibilidad en cuestiones ambientales, mediante el fortalecimiento y/o creación de comités de gestión comunitaria; la mejora de las capacidades en gestión para cooperativas y comités, y facilitación de recursos; el intercambio de experiencias entre woredas para compartir lecciones aprendidas; y la sensibilización en gestión sostenible del medio ambiente.
  • Capacitación en diversificación de ingresos, emprendimiento, gestión de negocios y asesoramiento personalizado para mejorar la comercialización de los productos y servicios.
  • Gobernanza Democrática, garantizando el acceso a los servicios sociales básicos, derechos e igualdad de género.
  • Formación y el acceso de las mujeres a los recursos productivos, y su incorporación a los comités y cooperativas locales, para lograr una mayor participación en la toma de decisiones.

En este trabajo, la Fundación ha contado con el apoyo de instituciones como la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), la Generalitat Valenciana, Ayuntamiento de Alcobendas y AUARA, trabajando de la mano de sus socios locales Ethiopian Catholic Church Social and Development Commission (ECC-SDCO), Horn of Africa Voluntary Youth Committee (HAVOYOCO) y The Missionary Community of Saint Paul the Apostle, y en los últimos años en consorcio con la ONG Rescate.