Fortalecida resiliencia frente a COVID-19 en 7 comunidades de Diriamba, Nicaragua, mediante sistemas de producción sostenibles que garanticen acceso a una alimentación nutritiva de la población vulnerable, mejorando el liderazgo de las mujeres

El proyecto pretende contribuir a la reducción de la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria, promoviendo la autonomía económica de las mujeres, la igualdad de derechos y la lucha contra el hambre y la malnutrición, reduciendo el impacto negativo producido por la COVID-19 en 7 comunidades vulnerables del entorno periurbano y rural de Diriamba, Nicaragua, una de las áreas más pobres del país, en relación a:

  1. Aumento drástico del desempleo, más del 80%, por la falta de producción y comercialización, que ha provocado carencias serias en la cobertura de las necesidades básicas de los hogares;
  2. Incremento de las situaciones de violencia de género durante la cuarentena (35 femicidios en el país solo en el primer semestre de 2020).
  3. Reducción de los espacios de sociabilización entre mujeres, como espacios seguros y de desarrollo personal y social, que impide compartir experiencias y emociones entre ellas.

Para dar respuesta a estos problemas, el proyecto impulsará la sostenibilidad de los sistemas de producción agraria de las comunidades con el propósito de incrementar y diversificar la producción para el autoabastecimiento de las unidades domésticas y para la venta de excedentes.

Para ello, se trabajará en la denominada “economía de patio”, explotación racional de los espacios de tierra alrededor de las viviendas desarrollando pequeñas iniciativas familiares de agricultura. Estos huertos permiten diversificar la producción a través de técnicas de cultivo tradicionales y no tradicionales, respetuosas con el medioambiente.

La diversificación de cultivos, las siembras escalonadas y los cultivos en asocio incrementarán el volumen y las variedades de producción, ampliando frutales, vegetales, raíces y tubérculos, musáceas y granos básicos, entre otros. Los bancos de semillas criollas garantizarán la sostenibilidad de huertos.

En consecuencia, se espera:

  1. Mejorar el acceso de las mujeres a los medios de producción agrarios, con un control activo de los recursos.
  2. Generar excedentes de producción agropecuaria que incrementen ingresos económicos a través de la comercialización;
  3. Descender de los niveles de malnutrición de las comunidades, actualmente muy elevados, especialmente en niños/as.

Asimismo, el proyecto prevé desarrollar otras líneas de actuación vinculadas con el empoderamiento y autonomía personal y social de las mujeres en las esferas pública y privada. En el marco de este trabajo, se fortalecerán sus capacidades a través de la formación en derechos de las mujeres, como los derechos de participación política, y sobre las rutas de acceso a la justicia para la prevención de la violencia.