La Fundación, junto con su socio local Palestinian Agricultural Relief Committees (PARC), ha organizado dos webinar sobre emprendimiento en el marco del proyecto financiado por AECID, que persigue la recuperación medios de vida sostenibles que mejoren la resiliencia de la población más vulnerable del Área C en Palestina.
El primero de ellos, celebrado el 30 de agosto, bajo el título “Principales centros empresariales del mundo (Main entrepreneurship hubs worldwide)”, estuvo dirigido a 50 emprendedores que participan en el proyecto y a jóvenes estudiantes de las universidades Khadouri, Open Quds y Politécnica.
Se contó con la participación de Begoña Casas Sierra, Profesora de Economía y Empresa de la Universidad Europea de Madrid, que durante años trabajó, además, en el Departamento de Proyectos de Fundación Promoción Social.
Durante su intervención, trató cuestiones como el ecosistema emergente de las empresas Startup, analizando este sector a nivel mundial, pero también en Oriente Medio y en los países en desarrollo.
Al abordar la realidad de estos centros internacionales que están desarrollando emprendimientos, se abre la posibilidad de mapear la realidad del emprendimiento y animar a los jóvenes universitarios, potenciales emprendedores, a acercarse a ellos, identificando potenciales mercados, financiadores e inversores internacionales y recabando ideas de éxito aplicables a la realidad Palestina.
Begoña Casas comentó que Tel Aviv-Jerusalén se encuentra entre los 6 primeros puestos del Ranking Global de Ecosistemas de Startups, incluyendo los siguientes sectores principales de emprendimiento: Inteligencia artificial, Ciberseguridad, Big Data y analítica.
La ponente, conocedora de la situación de extrema dificultad para el desarrollo de los agronegocios en esta área, ofreció información práctica para acometer nuevos negocios, buscando la diferenciación y la innovación, y alentó a los jóvenes participantes a acometer sus emprendimientos diversificando riesgos y a buscar estrategias de negocio enfocadas al crecimiento en base a una eficiente gestión los productos y clientes.
Posteriormente, el día 6 de septiembre, Adrián Escardino, miembro del equipo “spin-off” de la Universidad Politécnica de Valencia, dirigió un segundo webinar para tomadores de decisiones del ámbito universitario, bajo la temática “Construyendo ecosistemas de emprendimiento e innovación basados en las Universidades”.
A través del análisis de factores internos y externos de éxito, el objetivo era establecer un marco de reflexión y de trabajo para favorecer el apoyo al emprendimiento innovador en las universidades para sus egresados y egresadas, contribuyendo a su potencial y su transformación.
Durante su intervención, el ponente afirmó que las universidades líderes en emprendimiento comparten el énfasis en la innovación y aplicación del conocimiento científico, un management comprometido en todos los niveles y el apoyo a las iniciativas de los estudiantes. También destacó que es fundamental que la institución universitaria gane conciencia propia y del contexto que le rodea: quién es, dónde está y qué activos maneja, y contar desde los inicios con inversores y buenas relaciones con la industria.
En relación a la estrategia, para que sea efectiva, debe tener en cuenta tanto a los estudiantes y alumni como a los investigadores y empleados, y pasa por adaptarse correctamente al ecosistema disponible y saber emplear los recursos que ofrece. Además, es un reto de por vida, lo cual exige cambiar los procesos y la mentalidad de directivos, empleados y estudiantes.
Para finalizar su intervención, Escardino expuso como caso de estudio y éxito el ecosistema de fomento del emprendimiento innovador propio de la Universidad Politécnica de Valencia.
Estas formaciones son parte de las actividades previstas para empoderar a jóvenes palestinos de Área C de forma sostenible y equitativa frente a la COVID-19 a través del sector de agronegocio.
El objetivo final del proyecto es combatir la pobreza crónica y la falta de oportunidades de empleo en el Área C de Palestina, agravadas por el impacto del COVID-19, que debilitan su precaria economía con la pérdida de empleo de los trabajadores en empresas israelíes y un mayor aislamiento del resto del país, afectando seriamente los mercados agrícolas locales.