Desde Fundación Promoción Social y el Observatorio Mujer e Igualdad (OMEI) nos unimos a la celebración del Día Internacional de la Mujer qua se celebra cada 8 de marzo en todo el mundo y cuyo lema este año es «Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.

El cambio climático es una de las principales causas de pérdida de la biodiversidad en el mundo y tiene graves consecuencias, como el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.

La Fundación Promoción Social, con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de Naciones Unidas, expone en su declaración escrita presentada y publicada por ONU Mujeres en la documentación oficial del 66º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66) que si es cierto que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 están profundamente interconectados e interrelacionados entre sí, la vinculación del Objetivo 5 –Igualdad de Género– con cada uno de ellos es más que evidente.

La vulnerabilidad de mujeres y niñas, consecuencia de la falta de acceso a sus derechos y disfrute de los mismos, tiene su reflejo en los más diversos aspectos de la realidad social, económica y política. En ese contexto, los efectos del deterioro ambiental y el impacto del cambio climático adquieren una mayor dimensión en la vida de mujeres y niñas, especialmente en los países en desarrollo.

Son las mujeres y las niñas las que se encargan de la mayor parte de tareas más laboriosas y que requieren más tiempo, como ir a buscar el agua y cuidar del ganado. En algunas áreas de intervención, durante la temporada seca, las mujeres caminan entre 4 a 6 horas al día para buscar agua. Esto se traduce en menos niñas accediendo al colegio, menos tiempo y oportunidades para dedicar al fortalecimiento de las capacidades de las mujeres, para invertir en actividades generadoras de ingresos, así como una mayor exposición a la violencia de género por parte de mujeres y niñas.

Por ello, además de nuestras acciones por el clima, la Fundación promueve los derechos laborales de mujeres rurales y el emprendimiento para que se conviertan en agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible.

Queremos, en un día como el que celebramos hoy, poner el foco en todas las mujeres y niñas que, en el marco de nuestros proyectos, en áreas geográficas donde existe una mayor aridez, y donde la crisis climática castiga a poblaciones en situación de vulnerabilidad, se convierten en protagonistas de su desarrollo.

Son mujeres fuertes y luchadoras como Nabiha, que presentó, junto a otros 30 jóvenes palestinos, su iniciativa como agro-negociadora y emprendedora, tras meses de trabajo y formación en el marco del proyecto de empoderamiento sostenible y equitativo de jóvenes palestinos de Área C frente a la COVID-19 a través del sector agro-negocios, desarrollado con PARC y financiado por AECID.

Algunos pueden creer que el matrimonio y el tener hijos son como un cementerio de sueños y ambiciones, pero Nabiha Ahmed, de 26 años, tuvo un punto de vista diferente.

Ella creció en la aldea de Kafr Al-Deek, en una familia que depende de la agricultura como principal fuente de ingresos. Nabiha se graduó en la facultad de ingeniería eléctrica para luego sumarse a la lista de desempleados de Palestina, pero tras continuos esfuerzos e investigaciones consiguió una oportunidad de trabajo que, sin embargo, perdió a causa de la pandemia.

Decidió entonces enfrentarse a la presión, el miedo, la incertidumbre y la inseguridad y emprender un negocio de cultivo de aloe vera, por su interés desde siempre en los productos para el cuidado de la piel. Después de tener clara la idea e investigar su viabilidad, Nahiba decidió presentar una solicitud en el marco del proyecto de empoderamiento juvenil, a pesar de encontrarse en las últimas semanas de su embarazo. Tras completar el proceso inicial, Nabiha obtuvo una de las valoraciones más altas por su proyecto.

Cuando el equipo del proyecto contactó con ella, se sorprendió de que hubiera dado a luz hacía tan solo dos semanas. Para participar en el acto de presentación del proyecto ante el jurado, tuvo que dejar a la niña con su abuela. El jurado quedó convencido de su determinación y el proyecto de Nabiha fue seleccionado para ser ejecutado en el marco, y con financiación, del proyecto.

“A pesar de los retos que representaba la distancia de mi casa al centro de formación y la responsabilidad de mi hija pequeña, siempre tuve este sueño delante de mis ojos. Estaba muy concentrada y quería captar toda la información y los detalles técnicos que ofrecían las formaciones” (Nabiha Ahmed, 26 años)

Según nos comentó Nabiha, al conocer su selección, besó a su hija y le prometió continuar este camino hasta convertirse en una empresaria.

Otras mujeres podrán, como Nabiha, emprender sus propios negocios en Alto Egipto al participar en un proyecto que promueve el trabajo decente a través de la capacitación profesional para el micro-emprendimiento. El proyecto, que está dirigido a colectivos vulnerables, se desarrolla junto con AUEED y está financiado por AECID.

La formación se garantiza a través de actividades de capacitación profesional como las que muestra el siguiente vídeo:

La Fundación también trabaja actualmente en otros proyectos de promoción de la mujer y fomento de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la Bahía de Sechura y Microcuenca Chipuluc (Perú), Nicaragua, Alto Egipto, Jordania, Cisjordania y Gaza y Gobernación de Yenín (Palestina), Oromía y Región Somalí (Etiopía) y Vista Bella y Joya Grande (Guatemala) y Uganda.