La preceptoría trabaja en conjunto con los padres, quienes son los principales guías y responsables en la formación de sus hijos. Se busca una sinergia efectiva para impulsar el crecimiento de los alumnos.
Cada alumno cuenta con un preceptor, quien realiza entrevistas periódicas para abordar temas necesarios y diseñar un plan de crecimiento personalizado en conjunto con el estudiante.
El preceptor forma parte del equipo docente, participando activamente en la construcción, implementación y evaluación de la propuesta educativa, aportando una perspectiva única que favorece el proceso de enseñanza y aprendizaje.
La educación personalizada busca brindar apoyo a las familias en la formación de sus hijos, considerando cada etapa de su desarrollo, en las cinco áreas esenciales de la persona:
1. Formación intelectual: lograda a través de un alto nivel académico respaldado por certificaciones reconocidas nacional e internacionalmente, así como el programa oficial enriquecido con el programa interno SAUCES.
2. Formación afectiva: se implementa un programa específico llamado «Aprender a Amar».
3. Formación espiritual: identidad cristiana y formación en valores.
4. Formación humana: ofrecemos talleres artísticos y deportivos.
5. Formación social: se inculcan valores cívicos en un entorno saludable.
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